Esta semana os traigo un libro que también tenía muchas ganas de leer. Hace años vi la película que en España se tradujo como "Lo que queda del día", protagonizada por Emma Thompson y Anthony Hopkins, y me pareció buenísima.
Ahora le ha tocado el turno a la historia original escrita por Kazuo Ishiguro. Y no puedo decir otra cosa distinta que con la película, pues lo he disfrutado plenamente. Quizá sí que la historia se ralentiza un poco al principio, pero en realidad es una novela tranquila, pausada, tal cual, era su protagonista, Stevens.
Stevens, un mayordomo inglés, fiel y dedicado exclusivamente a su trabajo, recuerda el pasado esplendoroso de la mansión, donde trabaja desde hace más de veinte años, cuando pertenecía a un aristócrata inglés. La perfección, la fidelidad y la dignidad eran sus objetivos en la realización de sus tareas. Una persona que tan solo vivía para su trabajo.
Pero esta novela es algo más, no solo la vida de un mayordomo. A la mansión llegaban personajes muy influyentes de la época, eran los años treinta, y Stevens era protagonista de muchas conversaciones secretas y delicadas, donde la discreción primaba en un buen mayordomo, en torno a lo que estaba ocurriendo en Europa.
Y por detrás de todo esto se encierra también una historia de amor, pero no una historia tal cual estamos acostumbrados, sino algo muy sutil, difícil de llevar y a la que resulta complicado hacerle un hueco cuando tu vida se basa en ser el perfecto mayordomo.
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Escena de la película "Lo que queda del día" |