Llevaba tiempo detrás de leer este libro y he de decir que ha superado todas mis expectativas. Este apasionante psicothriller me ha tenido enganchada a sus páginas desde la primera hasta la última.
Por un lado la historia avanza a grandes zancadas y el ritmo llega a ser trepidante, pero por otra parte el autor ha sabido administrar las descripciones y los detalles necesarios para sujetarla y que no fuera como un simple cohete disparado y sin rumbo; con lo cual, me parece que ha conseguido un ritmo perfecto y que no sea una simple historia más. Creo que esto es lo que la hace destacar de otras de su mismo género.
Y lo que más me ha gustado es que hemos conocido a su protagonista al completo. El autor no se dedica solo a narrarnos lo que ocurre en la historia sino que nos mete de lleno en la mente de Ricky Starks hasta el punto de sentirlo en nuestra piel.
Quizá se podría decir que los villanos se quedan más superfluos, pero es que el que interesa es el doctor Starks porque esta historia no va solo de lo que le ocurre al protagonista sino que va mucho más allá. Va de cómo dar un paso hacia adelante y no hacia atrás cuando todo se derrumba a tu alrededor, de cómo evolucionar cuando las cosas dejan de ser como tú quieres, de cómo afrontar los errores cometidos y de como toda tu vida puede cambiar en un segundo.
Hay una segunda parte de esta historia, "Jaque al psicoanalista" que quizá no hiciera falta según he leído en algunas críticas, pero no sé si me resistiré a no leerla. Tengo la sensación de que acabará en mis manos. Lo que sí tengo claro es que seguiré leyendo a este escritor.