
En esta ocasión la historia no solo se va a desarrollar en Kingsbridge sino que viajaremos a París, Londres, Amberes, incluso a Sevilla y al Nuevo Mundo. La trama se incuba en medio de las continuas discrepancias entre católicos y protestantes, lo que ocasionará duras luchas por ocupar los principales tronos de Europa, como el de Inglaterra y Francia. España, con Felipe II al mando de un poderoso imperio, dará también mucho de qué hablar.
En cuanto a los personajes hay para todos los gustos. Entre los ficticios tenemos por un lado a nuestro protagonista, Ned Willard, que pertenece a una importante familia de comerciantes protestante junto a su hermano Barney. Y por el otro, Margery Fitzgerald y Rollo, hijos del alcalde de la ciudad. Esta familia es católica y llevan toda la vida en disputa con los Willard. Ned y Margery, enamorados desde muy jóvenes, verán como sus destinos se separan de forma irremediable. El elenco de personajes que siguen a esta pareja es enorme como ya nos tiene acostumbrados el autor en sus libros.
Entre los personajes reales, Ken Follet, tampoco se queda corto. Por una lado tenemos a reinas tan importantes como María Tudor casada con Felipe II, Isabel I, hija de Ana Bolena, junto a su consejero William Cecil o María Estuardo, reina de los escoceses y, por otro, familias importantes como los de Guisa.
La ambientación que nos ofrece el autor es exquisita tanto en la descripción de calles, lugares o ciudades como en sus personajes y en las intrigas que se gastaban en aquella época.
Todo ello mezclado da lugar a este fantástico libro donde hasta el punto final tiene su sentido.
Todo ello mezclado da lugar a este fantástico libro donde hasta el punto final tiene su sentido.