Como bien he leído en reseñas de otros compañeros sobre este libro, hacer una reseña que esté a su altura es harto difícil. Aun así aquí estoy, que no sea por no haberlo intentado.
Esta historia épico-lunática, como el propio autor califica esta novela, no solo es épica y lunática sino una gran obra. Su prosa es exquisita y a la vez ágil y sencilla. Es un gusto leer a este autor que derrocha imaginación, ingenio y un gran sentido del humor. Es una novela muy divertida y a nadie dejará indiferente.
Pero si todo ello fuera poco, Juanma Martín nos trae un plantel de personajes que son el no va más. Desde el Sr. Lárlequin y sus compañeros del Gabinete Extravangante a la Señorita Porcelana, pasando por el Café Strambóticus y su peculiar dueño. Personajes, con mayúsculas y en el amplio sentido de la palabra, pues son auténticos, surrealistas y diferentes a todo lo que se ha visto hasta ahora.
La acción se desarrolla en un mundo imaginario llamado Nustres y anclado en principios del siglo XX, como si el tiempo no pasara nunca porque allí todos los días son Nustres. Las descripciones son geniales y la puesta en escena es maravillosa. No solo te reirás y pasarás un buen rato leyéndola sino que su lectura te hará disfrutar desde la primera a la última página.
Pero esta obra no es solo locura y risa, ¡qué va!, sino que hay una crítica a la realidad social que vivimos enmascarada por la peculiar pluma surrealista de este autor.
Por todo ello y por mucho más no dejes de leer esta novela porque te va a sorprender. Que no te asuste el surrealismo porque es de lujo, que no te espante lo diferente porque es la vida misma, y, sobre todo, que no te aleje de esta maravillosa novela ningún prejuicio a la hora de elegirla como lectura porque te aseguro que no te va a defraudar.