Hoy
quiero recordar un verdadero clásico del genial Antonio Gala: “La pasión turca”.
Todos recordamos la película de Ana Belén basada en este libro, la cual, tuvo ciertos
seguidores y unos cuantos detractores. A mí personalmente no me disgustó.
Sin
embargo, la novela de Antonio Gala me encantó. De este escritor he leído libros
que he disfrutado mucho, como el que hoy tratamos o “El manuscrito carmesí”,
por ejemplo, y otros que no he podido con ellos, como su ensayo: “La casa
sosegada”. Tiene una literatura muy inteligente y particular, pero cierto que a
veces es un tanto espesa y difícil.
Centrándonos
en “La pasión turca”, nos encontramos entre sus páginas una historia de amor
platónica en la que Desideria, su protagonista, no solo dará un cambio radical
a su vida sino que llegará a autodestruirse física y moralmente perdiendo toda
su dignidad como mujer por el amor de Yaman. Dejó escritos varios cuadernos personales
donde nos cuenta su triste y desgarradora historia, los cuales, llegaron a
España en una caja de delicias turcas.
Contaba
con su vida ya montada en Huesca, su trabajo, sus grandes amigos y un supuesto
buen marido, en el que todo el mundo admiraba su futuro porvenir, y con el cual,
acabó casándose, quizá, porque eran la pareja perfecta y a todo el mundo le
gustaba, más que porque estuviera enamorada de él.
Pero,
en un viaje a Turquía, que programan con su grupo de amigos, Desideria conocerá
a Yaman, el guía que les acompañaba. Apuesto, exótico y encantador. Desde la
primera vez que se miraron, una gran atracción surgió ente ellos, y a la cual sucumbieron
a la mínima oportunidad que les surgió. Cuando llegó la hora de volver a España,
él le dejó una puerta abierta al sugerirle ser socios con su propuesta de abrir
una tienda en Huesca de alfombras turcas.
Gracias
a la tienda mantuvieron el contacto entre ambos. Y tras cierto tiempo y
acontecimientos que no quiero desvelar, llegó lo inevitable: Desideria dejó
todo para irse a Estambul y casarse con Yaman. Hasta aquí todo perfecto, pero, su
enamorado escondía su verdadera ocupación, como narcotraficante, y su naturaleza
como marido. Desideria tuvo que acostumbrarse a la vida musulmana, a la
obediencia a su marido y a su vida como esposa de un musulmán. Pero estaba tan
enamorada que se vio haciendo cualquier cosa que le pidiera y admitiendo todo
lo que él quisiera hacerla, aunque su degradación llegó a situaciones ilimitadas,
perdiendo toda su dignidad; quizá, lo único que le quedaba por sacrificar.
Sólo
os he situado un poco la historia por encima para que os hagáis una idea, sin
meterme realmente en lo más importante, no quiero desvelar más. Solo comentar,
como anotación final, las locuras que todos podemos llegar a hacer cuando surge
ese amor tan incondicional en nuestras vidas.
Aunque
hayáis visto la película, que no llega a ser mala del todo, es cierto, que en
el libro entiendes mejor la situación de Desideria. Sientes su alegría y su
amor en contraposición a sus penalidades y desdichas. Hay veces que la comprendía
y admiraba por todo lo que fue capaz de hacer por Yaman. Pero, otras veces me
daban ganas de zarandearla, para que espabilara.
Es
bonito ser capaz de vivir un amor como para dejarlo todo por él, pero creo que lo
primero que tenemos que hacer es amarnos a nosotros mismos y pienso que la
dignidad no debemos perderla nunca, ni siquiera por este noble sentimiento como
es el amor.
Y
vosotr@s, ¿la habéis leído?, ¿haríais o habéis hecho cualquier cosa por amor?